SANTIAGO SEGURA
PADRE NO HAY MÁS QUE UNO
La historia de Padre no hay más que uno gira en torno a un padre de familia de nombre Javier, quien se enfrenta a la dificil situación de pasar más tiempo “ayudando” en casa, después de que su esposa decida irse de viaje, dejándolo solo con sus cinco hijos. Ante esta situación, Javier se verá en la necesidad de generar un vínculo más cercano con ellos, involucrándose al mismo tiempo en situaciones ridículamente complicadas.
Los expertos han percibido que la historia, en algunos momentos, se vuelve floja y muchos de los chistes se quedan solo en un buen intento, pero aseguran que son las situaciones familiares las que logran conectar con la audiencia y hacen soltar una que otra carcajada.
Aunque Santiago Segura ha demostrado tener un gran talento para la comedia y la sátira, Padre no hay más que uno no es su película más arriesgada, ni la más entrañable, sin embargo, los especialistas aplauden el acierto que tiene al reflejar a la sociedad española, retratándola con humor. Algunos señalan que es una muy buena crítica social por parte del director, aunque se queda sin aportar algo significativo. No plantea un mensaje poderoso que invite a la audiencia a reflexionar sobre las situaciones que ahí se presentan a pesar de tener los elementos suficientes para hacerlo.
La crítica también señala que tiende a caer en el círculo vicioso de las comedias actuales, porque se queda solo como un intento de película sin ideas frescas. Solo buscando abarcar un mercado más ámplio con las clásicas historias infantiles que ya hemos visto antes, apostando siempre a lo seguro para convertirse en una cinta que solo busca llenar un hueco en la taquilla, tan empobrecida por la crisis de la que ya todos sabemos. A pesar de esto, es importante resaltar que acierta en aspectos técnicos importantes, como la fotografía y la dirección de actores. No todas las películas dentro de este género se preocupan por lograr una fotografía sobria y elegante.
Finalmente, no estamos ante la mejor comedia española del año, pero cuando llega a su fin, deja la sensación de que, a pesar de sus altibajos, has pasado un buen rato. Tiene las bondades de ser esa película ligera que no da mucho, pero tampoco defrauda del todo, y con la principal cualidad de poder disfrutarla con toda la familia, se convierte en una buena oportunidad para poder olvidarnos por un monmento de la situación que se vive allá afuera. Eso sí, tampoco pasa nada si te la pierdes, o si en su lugar decides ver otras de las tantas películas que se le parecen, porque sin duda se encuentran muchas.
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